miércoles, 12 de mayo de 2010

Arín Dodó Puro

Arín Dodó Puro es una nueva facción del colectivo Arín Dodó. Es un grupo de músicos interesados por la improvisación casi total, produciendo, por tanto, sonidos en los que aparecen armonías fortuitas, o simplemente, hay ausencia de las mismas. En cada sesión se dejan llevar por los instintos primarios y por la situación del momento. Al parecer, sólo les interesa el timbre y el ritmo. Si tienen interés, pueden visitar la web http://www.arindodopuro.es/ y descargar unas grabaciones hechas sobre la marcha, improvisadas y al aire. Propuesta interesante la de éstos tipos, y más que puede llegar a ser si consiguen montar el espectáculo de música, pintura y danza que están intentando crear actualmente. Si hay suerte se podrá ver en Espacio Temporal el próximo 25 de mayo.


Reivaj Zelaznog

lunes, 10 de mayo de 2010

Violeta y el Blues

Violeta calma sus furias paranoicas con Blues.
Un caso curioso es el de aquella noche de primavera que salió al balcón con su pijama a ver las estrellas escondidas tras la espesa capa de contaminación de la ciudad, pero enfureció cuando notó que el único brillo de la noche era el de las farolas de la calle.
Corrió a su habitación y encendió el tocadiscos tan pronto como sus dedos le permitieron, se puso de espaldas a la ventana y se sentó en el suelo.
Sonaba Van Morrison con su Goldfish bowl y no pudo sino sentirse como un pequeño pez atrapado en una pecera donde la vida suponía únicamente limitarse a respirar y cerrar los ojos por las noches, como si todo fuese un trance.
Después de Goldfish bowl vino Moondance, que la llevó a pensar en lo cremosa que parecía la luna colgada en una bóveda oscura. Luego vino Soul para peinarle el alma alisándole su furia, y después Brown eyed girl, que le recordó que sus ojos pudiesen parecerle preciosos a alguien de ahí fuera. Finalmente llegó Tom Jones, que acompañó a Van en Sometimes we cry, haciéndole caer en la cuenta de que llorar a veces era un modo de sentirse humana.
Entonces, antes de quedarse dormida en el suelo, sólo le dio tiempo a pensar que la ciudad igual no era como se reflejaba en su furia paranoica, ni tan fantástica como cuando aterrizó en ella, sino que a veces tenía que asustarla un poco para que los buenos momentos pareciesen mejores.
Estefanía Ramos

jueves, 6 de mayo de 2010

Sábado, 7 de Noviembre

Llegamos.

- C'est comme L'Auberge espagnol.
- J'espère.

Hay más de 30 chicas y unos 5 chicos. La mayoría son francesas, parisinas, vestidas de negro, como siempre. Muy elegantes. También llevan jerséis a rayas: blancas, y claro, negras. Muy elegantes. Sí que saben, ellas.

(De ahora en adelante, allá donde vaya, esperaré encontrarme con esas proporciones: 5 chicas y un chico. Será mi ilusión erótica).

De lo que pasó después no me acuerdo. Recuerdo un cuarto oscuro y la luz encendida de repente.
Fue duro, hubo que salir.

- Tu habites oú donc?
- Chez mes parents.

Saco el móvil para pedirle su teléfono. Me lo coge sin que yo le diga nada. Mi francés no es tan malo. Podía haber esperado a que le preguntara su teléfono. Es guapa, pero violenta. Me apunta finalmente el número de su teléfono en mi móvil. Me dijo que la llamara. Aún no sé si el número de teléfono es el real. No sé si lo sabré.
Llaman a la puerta los vecinos. Dicen lo de siempre. Eso es igual en todas las ciudades burguesas del mundo. Hay que salir (menos mal; no tenía ganas de quedarme).
Antes de irme echo un vistazo a la habitación en donde estaba la música puesta. Está bailando con otro. Tengo que entrar a la habitación para decirle a un amigo que nos vamos. Como un miserable, paso delante de ella. Me mira:

- Ne t'inquiète pas, c'est mon cousin.

Se me viene entonces a la cabeza La Caja del Diablo de Los Planetas. No sé si por las ganas de follármela o por lo del incesto.

Salgo de la casa y sé que voy a tener resaca al levantarme. Hay que buscar algo para volverse. Quiero llegar a casa rápido para terminar lo que ella no ha hecho. Me cojo un taxi. Lo comparto con un amigo.
Las sensaciones son malas. Uno no sabe si ser un miserable o un ingenuo, es lo mismo.
Yo creo que el número de teléfono es el real, pero no me atrevo a comprobarlo.


MSP